En esta entrada, pretendemos analizar las propuestas contempladas en los programas de gobierno que los candidatos a la presidencia de la República exponen sobre temas relacionados a las políticas Minero-Energéticas. Este corto análisis lo realizamos desde la base del análisis de políticas públicas, lo cual implica dar una mirada holística de las propuestas y dar un concepto funcional de las mismas.

Es menester aclarar que el breve análisis que realizamos acá lo hacemos con fines informativos y no políticos o de proselitismo hacia alguno de los dos candidatos, sino simplemente analizar las propuestas desde los temas que nos interesan en Mímesis Think Tank: el ambiente, el desarrollo territorial y el pensar distinto.

Breve resumen del contexto Minero-Energético Colombiano.

Según el Ministerio de Minas y Energía y el DNP, en la POLÍTICA DE TRANSICIÓN ENERGÉTICA l CONPES 4075 de 2022, los principales retos de Colombia respecto a la situación Minero-Energética son los siguientes:

En primer lugar, el sector transporte es el que representa una mayor demanda de energía, siendo al mismo tiempo el sector que representa mayores ineficiencias por uso (UPME, 2021). En este sentido, solamente el 24,3 % de la energía consumida en el sector se convierte en energía útil, lo que implica ineficiencias de aproximadamente el 69,9 %. En este sentido, cualquier propuesta de eficiencia energética deberá presentar alternativas a el sector transporte en Colombia, incluyendo fuentes férreas y fluviales, que son mas eficientes en consumo de energía. El Gráfico 1 presenta la distribución del consumo de energía final por sectores (CONPES 4075 de 2022).

Gráfico 1. Distribución del consumo de energía final por sectores

Fuente: CONPES 4075 de 2022, DNP

Por su parte, en el sector residencial la energía útil es solamente del 20,4 % lo que representa pérdidas energéticas del 45,1 %, y una ineficiencia en el consumo del 34,5 %.

Adicionalmente, la cadena de producción de hidrocarburos se consolida como un consumidor intensivo de energía y un gran generador de emisiones de GEI en cada una de sus etapas (Agencia Internacional de Energía, 2020).  El consumo de energía eléctrica del sector industrial por subsectores se aprecia en la Gráfica 2.

Gráfica 2. Consumo de energía eléctrica del sector industrial por subsectores

Fuente: CONPES 4075 de 2022, DNP

 Siendo la cadena de producción de hidrocarburos el principal consumidor de energía en Colombia, solo superado por las industrias manufactureras, es evidente que, para pretender alcanzar una eficiencia energética en el consumo, se deberán realizar transformación en el sector de extracción de hidrocarburos, pues no solo es un problema por sus emisiones de GEI y problemas ambientales, sino que, a nivel económico, por los siguientes datos:

Según el DNP, las exportaciones de carbón térmico colombiano hacia los países que tradicionalmente demandaban este recurso se han reducido, implicando una disminución de los ingresos nacionales y territoriales por concepto de exportaciones y regalías, respectivamente. La situación anteriormente descrita puede observarse en la Gráfica 3. Cifras de exportación de carbón térmico, a partir del cual puede concluirse que la participación del mercado europeo en las exportaciones de carbón térmico colombiano ha ido disminuyendo, cayendo del 51 % en 2015 a 9 % en 2020.

Gráfica 3. Cifras de exportación de carbón térmico.

Fuente: CONPES 4075 de 2022, DNP

Otro aspecto importante por resaltar es que los departamentos donde está concentrada la producción de carbón térmico, como el Cesar y La Guajira, tienen una alta dependencia económica a estas actividades. La dependencia identificada es tal, que la producción de este tipo de carbón representa más del 35 % de su PIB y del 70 % de las exportaciones de estas regiones (Ministerio de Minas y Energía, 2022). La problemática descrita anteriormente se agudiza al contemplar la inexistencia de hojas de ruta integrales que aborden alternativas de diversificación o reconversión productiva en estas regiones con el fin de fortalecerlas frente a cambios en los mercados propios del proceso de transición energética o ante escenarios de agotamiento de los recursos mineros existentes.

En cuando a la economía alrededor de las energías limpias y la energética, se evidencia una baja oferta de programas de formación de capital humano en las temáticas relacionadas con transición energética. A pesar de las cifras crecientes de inserción de vehículos eléctricos e híbridos y la adjudicación de proyectos ferroviarios eléctricos de pasajeros en el parque automotor colombiano, no se evidencia la generación de empleos directos e indirectos asociados al desarrollo de este mercado. Esto en parte, se relaciona con la inexistencia de un marco metodológico que defina las necesidades de formación en materia de transporte sostenible para la educación y formación para el trabajo, lo que a su vez se refleja en pocos programas de formación relacionados para los segmentos de planeación, diseño, y operación, del mercado de transporte sostenible (DNP, 2021).

En resumen, se tiene insuficientes herramientas de planeación y difusión de información para los actores territoriales y usuarios finales del transporte sostenible, en ciudades intermedias y pequeñas existen brechas en materia de conocimiento y apropiación de las tecnologías de cero y bajas emisiones en el sector transporte, y -a nivel general- se desconocen los beneficios económicos, medioambientales, y sociales, derivados de la adopción de este tipo de tecnologías.

Con base a lo anterior, revisaremos las principales propuestas de los candidatos:

Rodolfo Hernández

  1. Invertir en esfuerzos para la producción de energías alternativas ante la inminencia de la falta de petróleo y gas en la próxima década, si se toman solo las cifras de reservas probadas, que es lo más sensato.
  2. Crear un programa específico de generación de energía limpia con un serio análisis de suelo, presupuesto, planos y cronograma. 
  3. Exigir y monitorear permanentemente la eficiencia en el uso de los recursos de Ecopetrol, en especial las decisiones presupuestales. Se le dará prioridad a la inversión en exploración por encima de los gastos de nómina.
  4. Implementar un análisis de costos de producción. No se tolerará grado alguno de desfalco o robo en las instituciones nacionales de este renglón tan importante de nuestra economía. No permitiremos nuevos escándalos como el de Reficar.
  5. Generar confianza a la inversión en el sector minero-energético, a partir de los procesos de seguridad jurídica y de establecer reglas claras y estrategias de diálogo con las comunidades.
  6. A través de una reforma legal, crear una ventanilla única en materia de competencias mineras, de hidrocarburos y ambientales, que unifique las competencias en una sola autoridad, a fin de garantizar que los trámites mineros y ambientales se resuelvan de manera coordinada, ágil y eficiente.
  7. Diversificar la matriz de generación para reforzar la seguridad energética y hacer más competitivas las tarifas finales del consumidor. 
  8. Ampliar el proceso de electrificación rural y gasificación masiva, a fin de conectar con energía eléctrica y gas natural al menos el 50 % de los hogares que hoy no disfrutan de esos servicios.
  9. Promover la electrificación de la economía con criterios de eficiencia.
  10. Sustituir combustibles contaminantes por energéticos de bajas emisiones.
  11. Redefinir la política energética de mediano y largo plazo, en la que se diseñe el marco regulatorio y los mecanismos de expansión de fuentes no renovables de energía.

Se pueden hacer varias observaciones sobre las propuestas del candidato Hernández, dentro de los cuales se pueden mencionar:

En las propuestas 1, 2 y 7 se evidencia una contradicción con la propuesta 3, pues en esta última se menciona una prioridad en gasto a la inversión en exploración, es decir, continuar con la exploración de fuentes de hidrocarburos, lo cual va en contracorriente con las propuestas 1, 2 y 7 que se centran en la generación y fortalecimiento de energías limpias, así como de la diversificación de la matriz energética (para aclarar esta aparente contradicción, se debería especificar en qué ámbitos se daría la exploración y para qué propósitos).

Las propuestas 5 y 6, que hablan sobre la confianza del sector minero energético y los procesos de licitación para proyectos mineros de hidrocarburos y ambientales, se ve la falta de un elemento clave: el poder de la consulta previa.  Este mecanismo de participación es esencial para las propuestas del candidato, pues para generar confianza inversionista, se debe garantizar un acuerdo real con las comunidades que habitan en los territorios donde se piensa realizar dichos proyectos, lo cual implica otorgarles un poder decisorio (vinculante) sobre dichos proyectos, lo cual, el actual mecanismo de consulta previa no otorga. Por lo tanto, además de contemplar un nuevo mecanismo de participación ciudadana, o de cambiar el alcance de la consulta previa, se tendría qué especificar cómo se realizarían estos cambios, y los mencionados en la propuesta 6, teniendo en cuenta el proceso legal que esta implicaría.

La propuesta número 8, que contempla la gasificación y electrificación rural, no contempla que muchas de las zonas rurales de nuestro país, en especial las más vulnerables, son Zonas No Interconectadas (ZNI), es decir, zonas que por su ubicación en el territorio no están conectadas a la red eléctrica por la cual se transmite la energía eléctrica a la mayor parte de la población. Un proceso de electrificación en estas zonas, para hacerlo de manera eficiente, requeriría contemplar el uso de generación eléctrica local o, en otras palabras, generación eléctrica que no sea dependiente de la red eléctrica nacional. Para ello, alternativas de energía limpia podrían ser una solución, como arreglos fotovoltaicos por comunidades, pequeñas hidroeléctricas de caudal, entre otros. Sin embargo, en cuanto a la gasificación de las zonas rurales, esta debería tener una obra de infraestructura que transportara el gas a dichas zonas, y dado que estas zonas son ZNI precisamente por la dificultad y barreras naturales que las vuelven de difícil acceso, no sería viable realizar un programa de gasificación de dichas zonas. La forma en la que se realizaría esto no aparece en el plan de gobierno.

Las propuestas 9, 10 y 11, hablan sobre la electrificación de la economía con criterios de eficiencia (sin especificar qué se quiere decir con ello ni qué criterios se refiere), sustituir combustibles contaminantes por energéticos de bajas emisiones (que de acuerdo al ministerio de Minas y Energía serían el Gas Natural, Gas Licuado de Petróleo y la gasolina con contenido de azufre máximo de 50 partes por millón de azufre (ppm), dos de los cuales requerirán obras de infraestructuras que no se contemplan en el plan ni a nivel presupuestal ni logístico) y redefinir la política energética.

Gustavo Petro

  1. Desescalamiento gradual del modelo extractivista y de la dependencia económica del petróleo y del carbón. Se prohibirán la exploración y explotación de Yacimientos No Convencionales, se detendrán los proyectos piloto de fracking y el desarrollo de yacimientos costa afuera.
  2. No se otorgarán nuevas licencias para la exploración de hidrocarburos, ni se permitirá la gran minería a cielo abierto, en consonancia con las decisiones de las consultas populares.
  3. Se propone una transición progresiva de la matriz de movilidad terrestre y la industria, dependientes del diésel, hacia modos férreos y sistemas de producción basados en energías limpias.
  4. Se implementarán incentivos tributarios, disponibilidad de asistencia técnica para el mantenimiento y soporte de suministro de energía eléctrica e hidrógeno verde.

Las propuestas del candidato Petro presentan consistencia entre sí, solo dejando en duda asuntos presupuestales con respecto a la transición de modelos férreos y sistemas de producción basados en energías limpias, sin especificar cuales son y en qué dimensiones se trabajarían, ni tampoco si las energías limpias contemplan los denominados Energéticos de bajas emisiones.

Sobre lo que deberían contemplar las propuestas de acuerdo con la situación Minero-Energética de Colombia

Con base a lo anterior, es la opinión de Mímesis Think Tank que una política Minero-Energética responsable y efectiva para Colombia debe contemplar:

  1. Los problemas implícitos en la extracción de hidrocarburos, los cuales presentan problemas de consumo, eficiencia y una disminución de demanda cada vez más evidente, por lo que es necesario crear a hojas ruta integrales que aborden alternativas de diversificación o reconversión productiva, de manera que no solo se opten por métodos de producción y extracción más eficientes, sino que se prepare al país, y en especial a las regiones más dependientes de la explotación de hidrocarburos  a cambios en los mercados propios de la transición energética que se está desarrollando en todo el mundo.
  2. En cuanto al sector transporte, al ser uno de los sectores que más consumen combustibles fósiles, se deberá incentivar de manera más activa el uso de combustibles alternativos, y diversificar la matriz de movilidad terrestre, dando paso a alternativas más eficientes y que sean más fácilmente propulsadas con energía eléctrica o energéticos de bajas emisiones, como las vías ferras y el transporte fluvial.
  3. Se deben fortalecer la gobernabilidad y la participación en los territorios en donde se pretendan desarrollar proyectos de Minería, Infraestructura y Producción de energía, ya que de esta manera se puede fortalecer un ambiente de confianza entre las comunidades y las empresas. Esto se podía realizar dándole un carácter decisorio a la Consulta Previa, dándole más poder a los órganos de gobierno territorial como Consejos Comunitarios y, en general, hacer que las comunidades tengan un rol decisorio en los proyectos que se realizarán en sus territorios, pues son ellos los que conocen mejor que nadie las necesidades de sus comunidades. AL trabajar con ellos, se previenen muchos de los conflictos, ineficiencias y demás problemas relacionados a la ejecución de los megaproyectos de Energía y Minería en Colombia.
  4. Finalmente, es menester que se mejore la oferta de programas de formación de capital humano en las temáticas relacionadas con transición energética. A pesar de las cifras crecientes de inserción de vehículos eléctricos e híbridos, no se evidencia la generación de empleos directos e indirectos asociados al desarrollo de este mercado. Esto en parte, se relaciona con la inexistencia de un marco metodológico que defina las necesidades de formación en materia de transporte sostenible para la educación y formación para el trabajo, lo que a su vez se refleja en pocos programas de formación relacionados para los segmentos de planeación, diseño, y operación, del mercado de transporte sostenible. En otras palabras, se deben dar a conocer los beneficios económicos, medioambientales, y sociales, derivados de la adopción de las nuevas tecnologías, y de esta manera combatir la resistencia que se dan de muchos gremios hacia la transición energética.

Estas son solo algunas de las observaciones que, como tanque de pensamiento, creemos que son relevantes a la hora de evaluar los planes de gobierno de los candidatos y sus planes de gobierno, que si bien, ambos presentan vacíos en cuanto al cómo se pretende desarrollar sus propuestas a nivel fiscal, se aprecian diferencias entre ambas en cuanto conocimiento del contexto colombiano y las necesidades especificas de los territorios. Adicionalmente, se pueden apreciar que ciertas propuestas se plantean en concordancia con el diagnostico realizado por el Ministerio de Minas y Energía, el DNP y los demás entes que nos presentan un panorama real de los problemas que actualmente enfrenta Colombia a nivel energético y minero, que sin lugar a duda, es fundamental para que cualquier plan de gobierno sea efectivo a la hora de resolver los problemas de Colombia, teniendo en cuenta los intereses y el bienestar de la mayor parte del pueblo Colombiano.

Esperamos que este breve análisis sea de utilidad para tomar una decisión más informada, y ejercer su derecho al voto, y en general, a participar en las decisiones del Estado de una manera activa y responsable.

Referencias:

CONPES, DNP (2022). Documento Conpes 4075. Política de transición energética. Bogotá: Presidencia de la Republica.